Tras la muerte de Adam Warlock, Bruce Banner se transforma en Hulk y se lleva el capullo al que ha revertido a un lugar apartado. Allí se encuentra con los demás seguidores de Warlock, que llevan el capullo a una caverna para que descanse en paz.
Una vez ha acabado con la amenaza de Warlock, el Hombre-Bestia se dispone a llevar a cabo su plan de destrucción de la Contratierra, provocando una guerra de proporciones cataclísmicas. Hulk y sus aliados irrumpen en su laboratorio secreto con la intención de abortar sus planes.
Mientras, June Volper y Ben Vincent se internan en la Casa Blanca y, tras dejar inconsicente a uno de los Hombres Nuevos Malignos, liberan a Rex Carpenter de su cautiverio.
En la cueva, el capullo de Warlock comienza a brillar.
Hulk ha conseguido derrotar al Hombre-Bestia y se dispone a matarlo para vengar la muerte de Warlock. Entonces aparece Warlock, que ha resucitado, y detiene su mano. Tras devolver al Hombre-Bestia a la forma de lobo de la que había evolucionado, Warlock parte al espacio, dispuesto a salvar otros mundos que necesiten de su ayuda.
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