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Kayanan es filipino, como muchos de los dibujantes que han elevado a la categoría de mito los cómics de Conan. Mas, al contrario de los anteriores, casi todos ellos nacidos en la década de los años cincuenta y reclutados por las grandes editoriales yanquis DC y Marvel en los primeros años setenta, Rafael es uno de los más jóvenes artistas procedentes del archipiélago.
Tras estudiar Bellas Artes en Sarasota (Florida), Kayanan estrenó sus lápices en DC Comics, concretamente en la serie The Fury of Firestorm, dibujando los cuatro primeros especiales anuales del título (desde 1983) y luego haciéndose cargo del dibujo de la serie a partir del número 20. Allí tuvo la oportunidad de presentar al público por primera vez a personajes como Byte, Blue Devil, Bug y Killer Frost II, pero esta etapa de la serie dibujada por Kayanan, hasta el número 44 (dibujó la mayoría de los números y todas las portadas) no es precisamente memorable. En el número que haría cincuenta, ya en 1986, Rafael volvió a las páginas de esa serie aún con maneras de neófito. En DC también hizo lápices en la serie America Vs. The Justice Society, donde fue entintado por su compatriota Alfredo Alcalá, que entintó los cuatro números de esta serie publicada en 1985.
Era todavía algo bisoño el trazo de Rafael, pero con la suficiente calidad como para ser reclamado por la editorial First Comics junto a un buen guionista, Gerry Conway, con vistas a adaptar a viñetas una de las sagas de literatura fantástica más conocidas. Fue para las aventuras de Hawkmoon, el hombre castigado con la Joya en la Frente, creadas por el autor británico de ciencia ficción y fantasía Michael Moorcock. Kayanan resolvió el lápiz de las siguientes miniseries de cuatro números: Hawkmoon. The Jewel in the Skull, ayudado en el entintado por sus compatriotas Alcalá y Rico Rival; Hawkmoon. The Mad God’s Amulet, sólo Rival entintó en esta ocasión; Hawkmoon. The Sword of Dawn, entintando sus propios lápices, pero ahora sobre un guión de Roger Salick; y Hawkmoon. The Runestaff, de nuevocon Salick escribiendo, y con Rival entintando.
Esta labor la simultaneó Kayanan con otros encargos esporádicos: el entintado del tímido y altruista lanzamiento de Phantasy Against Hunger (Tiger Comics, 1987), una corta historieta para el número 12 de Alien Encounters (Eclipse Comics, 1987), y los dos números de la serie de Eclipse Comics Phaze (fechados en abril de 1988 y octubre de 1988, respectivamente) los cuales llevaron portada pintada por Paul Gulacy, cuyo hieratismo gráfico casaba en cierta medida con el cada vez más enfervorizado arte del filipino.
En 1989, Kayanan volvió a DC Comics, concretamente a la tercera oportunidad que tuvo en el mercado americano la serie Captain Atom. Pat Broderick había sido el elegido para renovar el vestuario y la leyenda del personaje con poderes atómicos que había nacido en 1950 (Nationwide Publishers) y que había cosechado cierta fama en los años cincuenta, en la serie de Charlton Comics. A la altura del número 29 de esta edición de DC, tuvo que buscarse a un sustituto para el parsiomonioso lápiz de Broderick, quien siguió dibujando las cubiertas de la serie, sin embargo. Kayanan fue el afortunado, y dibujó los números 29 a 43 y 48 de la serie, datados entre 1989 y 1990.
Al filipino se le pierde la pista durante los primeros años de la década de los noventa, los cuales dedicó presumiblemente a sus otras dos pasiones: la pintura y las artes marciales. Son puntuales sus participaciones en el medio y poca relación tuvieron con la historieta, pues no era cómic su legado para el prestigio Within our Reach (Star*Reach, 1991), sino una sucesión de imágenes pictóricas, y lo que hizo para Dark Horse en ese tiempo fue tan sólo una portada, la del número 35 de la serie Cheval Noir en 1992.
1991 fue un año en que se había operado un cambio importante en el seno del mítico magazín de Marvel titulado The Savage Sword of Conan, pues en el número 190 de esa cabecera volvía a Conan el guionista Roy Thomas. Durante dos años, Thomas contó con la ayuda de conocidos filipinos para proseguir con su reconstrucción de la saga del cimmerio: Ernie Chan, Eufronio R. Cruz, etcétera... Y luego pensó que Kayanan sería el autor ideal para la esperada continuación de la mítica obra de Robert E. Howard “Red Nails” (Clavos Rojos), que discurrió entre The Savage Sword of Conan vol.1 #211 y The Savage Sword of Conan vol.1 #215.
Rafael gustó al público. Los lectores de Conan apreciaron el patrón clásico de la puesta en escena, así como el gótico terminado final del artista filipino. Y no les importó su obsesión por retorcer a los personajes como si fuesen gladiadores duchos en kung-fu, porque vieron en él la referencia a un valor añorado: Barry Windsor-Smith, a quien Kayanan emulaba más en el detallismo de la resolución estética que en el espíritu que guiaba su narración gráfica. Con motivo de la expectación despertada por el filipino, Marvel decidió reactivar las ventas de la serie Conan the Barbarian con su participación, reiniciando su numeración desde 1994. El resultado fue Conan the Adventurer, serie en color que llevó en su interior lo mejor de la recargada labor del filipino, aunque por problemas de tiempo, otros autores tuvieron que sustituirle en algunos números y, definitivamente, en el número 13.
Thomas, guionista de estas aventuras, hizo buenas migas con Kayanan durante esta temporada y lo eligió para llevar a viñetas las imágenes de la nueva versión cinematográfica de Frankenstein: Mary Shelley’s Frankenstein, serie publicada en Topps Comics en 1994. A partir de este momento, Kayanan comenzó a alternar encargos trabajando como un autor por libre: una portada para Marvel (The Punisher War Zone #30), en 1994; dos comic books de Armada -Acclaim Comics- (Magic The Gathering: Ice Age núms. 3 y 4), en 1995; una portada para DC (Spectre #40), en 1996; y una colaboración esporádica en Marvel con What If Vol.2 #83, también en 1996.
Volvería a Conan, concretamente para dibujar una singular historieta integrada por una suerte de ilustraciones con cartuchos, en Conan The Savage vol.1 #7, donde ofició también como guionista de la historieta. Su mayor dedicación desde que dejó al cimmerio fue para la línea Vertigo de DC Comics, para la cual ha contribuido entintando los números 64 y 67 de Shade The Changing Man, y luego los diez primeros números de la serie Chiaroscuro (The Private Lives of Leonardo Da Vinci) a la cual se sintió atraído por la figura del pintor italiano.
Rafael volvió a llamar a las puertas de la Era Hyboria en el año 2000, pues él fue el elegido por Thomas y Richard Ashford para despegar en una nueva aventura editorial: Cross Plains Comics, en la cual Kayanan ofició como Director artístico y como dibujante. Pero por desgracia las nuevas adaptaciones al cómic de los héroes de Robert E. Howard no prosperaron bajo ese sello editorial. Con todo, no ha dejado de trabajar en el ámbito de la historieta y, también, en el de la ilustración, como lo demuestran sus trabajos en The Amazing Spider-Man, Turok o Star Wars, entre otro. Estos últimos años también se ha dedicado al negocio de los computajuegos, a la televisión y al cine (dibujando storyboards) y ha diseñado líneas de juguetes y de personajes de videojuegos. Asimismo, sigue oficiando como director del SayocCombat Choreography Group, que asesora técnicamente y crea coreografías de lucha para espectáculos teatrales o cinematográficos.
En su libro preparado desde 2003 The Art of Rafael Kayanan, se demuestra muy atraído por la maquinaria y la desmesura.
Biografía facilitada por Tebeosfera.
Fotografía obtenida en Marvel Wikia.
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