ALFREDO ALCALÁ
Talisay City, Filipinas (23 de agosto de 1925) - California, USA (8 de abril de 2000)
Dibujante
Entintador
Rotulista
Portadista
Articulista

Alfredo P. Alcalá, amante de los cómics desde su infancia, mantuvo su interés en ellos durante toda su vida, abandonando los estudios en su época adolescente para dedicarse a la carrera de dibujante. Sus primeros encargos consistieron en anuncios y diseños de artículos del hogar, como muebles y lámparas, demostrando sus excelentes dotes diseñando el púlpito de una iglesia.

Todavía muy joven, en la Segunda Guerra Mundial, comenzó a dibujar historietas durante la ocupación japonesa de su país. Inspirado por el trabajo de Lou Fine y otros artistas del cómic book en su época, en octubre de 1948, comienza a producir trabajos para Bitiuin Komiks. Al acabar el año, se encuentra trabajando activamente para Ace Publications, la que fue mayor editorial de Filipinas. En Filipino Komiks, Tagalog Klassiks, Espesial Komiks e Higawa Komiks, publicaciones de Ace, se pueden encontrar sus viñetas. Trabajar para esta compañía lo ayudó a expandir sus horizontes y conseguir mayores oportunidades, convirtiéndose en una estrella entre los dibujantes de cómic filipinos.

Alcalá se introdujo en el mercado norteamericano del cómic con la creación de Voltar, en 1963, obteniendo gran éxito, ganando numerosos premios y convirtiéndose en un nombre a tener en cuenta. Esto lo lleva a trabajar para DC Comics en la década de 1970, incidiendo en sus títulos de horror y fantasía. También ayudó a reclutar a otros incipientes artistas filipinos, como Alex Niño. Su exitosa carga de trabajo lo llevó a mudarse a Nueva York en 1976. En 1977 se une a Warren Publishing, dibujando decenas de historias hasta 1981. Su serie Voltar se reimprimió entonces en el magazine “The Rook”.

Con la llegada de los 80, Alcalá pasa a formar parte activa de los más populares comics del mercado norteamericano, entre ellos Star Wars, Conan el Bárbaro y Batman; este último junto a Don Newton. En los 90, su carrera en auge lo guía hacia diversos proyectos, incluida la animación para películas. Aporta su arte al muy popular título Swamp Thing y continúa tocando principalmente los géneros de superhéroes, terror y fantasía, donde dio lo máximo de sí durante su carrera como dibujante a lápiz y entintador de poderoso estilo.

De estilo vigoroso y cinético, Alcalá jamás utilizaba asistentes en su trabajo. Era famoso por su rapidez, llegando a entregar hasta una docena de páginas de dibujos terminadas en un día.

El 8 de abril del 2000, Alfredo Alcalá muere de cáncer en California. Le sobreviven su esposa, Lita; y sus hijos Christian y Alfred Jr.


Biografía facilitada por Tebeosfera con añadidos de la Wikipedia.