Después de infiltrarse en una banda de narcotraficantes que operan desde una fortaleza movil, Castigador regresa con Micro, quien le da un software con el que desactivar la fortaleza. El Motorista Fantasma, que también va detrás de la banda, casi ataca al Castigador por traficar con drogas y le convence de que se confiese.
Entre ambos acaban con la fortaleza sobre ruedas. Ghost Rider se va, diciéndole al Castigador que lo estará vigilando.