Tras la derrota sufrida por Conan y sus hombres, el ejército rebelde se va replegando con la llegada de Trocero y sus seguidores. Mientras, Quesado, nombrado embajador en Argos por el rey Numedides, intenta unir a la causa de Aquilonia al Rey Milo, pero este no ofrece ninguna postura al respecto. A su vez, en la llanura de Pallos, Conan se está reforzando. Una noche, tras una reunión del cimmerio, Alcina reclama su atención, ofreciéndole una copa antes, la cual está envenenada. El bárbaro cae inconsciente y la joven lo da por muerto, huyendo del campamento. La noticia llega hasta Thulandra Thuu, que la traslada a Numenides, demasiado distraído con su placeres, por lo que permite al General Procas volver a Argos para que pueda rematar al ejército rebelde, sin la presencia de su líder. Alcina se pone en contacto con Quesado, para que cuenten con el permiso del rey de Argos, pero este no lo recibe, por lo que Procas avanza con su ejército sin el consentimiento del Rey Milos. Más tarde, Dexitheus encuentra el cuerpo inerte de Conan, pero confirma que está vivo, aunque malherido. Al día siguiente, Milos se entera del avance de Procas, por lo que ordena a su ejército que lo detenga. De ese modo, bajo las órdenes del Príncipe Cassio, nuevos hombres se unen a las filas de los liberadores, que no paran de aumentar con la llegada del Barón Grodes y su ejército, gracias a la mediación de Trocero. Bajo esta nueva circunstancia, Procas detiene su avance y se retira, manteniéndose a cierta distancia, fuera de los límites de Argos. A pesar de su estado aún convaleciente, Conan se dirige a sus hombres y traza un plan para acosar a las huestes de Procas, utilizando las habilidades de los arqueros bossonios, que empleando técnicas de guerrilla irán mermando las filas de su enemigo durante su retirada, ya que al salirse de Argos no puede contar con la ayuda de Cassio, aunque si de sus caballos. Finalmente, durante días de asedio, Procas es herido en una pierna al cruzar el río Alimane. A su vez, Thulandra Thuu envía al Conde Ascalante para que se haga cargo del ejército fronterizo de Aquilonia, mientras por otro lado encarga a Alcina el asesinato de Procas, creyendo aún que Conan está muerto. De ese modo, la joven llega a la tienda del General Procas en una noche lluviosa, afirmando llevar un mensaje personal de Thulandra Thuu. Cuando se quedan a solas le apuñala con una daga envenenada, perdiendo en la lucha el colgante que utiliza para comunicarse con el hechicero, que recogerá uno de los soldados a la mañana siguiente, al descubrir el cuerpo de su general. Desde la distancia, Conan y sus hombres de confianza observan los movimientos del campamento de Procas, con la llegada de Ascalante. Sin embargo, Trocero y sus espías han ido hablando de Conan como el libertador del pueblo, lo que provoca que durante diversas noches, en diferentes puntos de la región se vaya generando una rebelión contra la monarquía actual, debilitando al ejército de Numenides. La milicia local llegará hasta el campamento del ejército fronterizo, matando a numerosos hombres durante el amparo de la noche y provocando un incendio. Esto provoca que muchos hombres deserten y huyan, entre ellos el propio Ascalante. Al amanecer, Conan entra en el campamento, dejando que se vayan los heridos y ofreciendo cobijo a los que quieran unirse a su causa, entre los que se unirá Gromel, un viejo conocido. Una vez reforzado su ejército, con provisiones, armas y hombres, Conan espera que se haga pública su victoria, momento en el que se producirá la batalla final por la corona de Aquilonia.
|