Fafnir todavía se queja de que Conan interrumpiera su pelea con Gargantax, cuando el cimmerio nota que un hombre, Menskar, está haciendo trampas a un juego de azar. Conan descubre al tramposo, para diversión de la Condesa Noirelle, que pasaba cerca y que invita a Conan y Fafnir a su mansión, que está llena de espejos y retratos de la aparentemente vana condesa. Menskar jura venganza contra Conan por arruinar su juego, mientras Noirelle explica que quiere Contratar a Conan y Fafnir para recuperar un raro huevo que se pone una vez cada mil años. Para poner a dormir a la criatura que lo pone, necesitan obtener flor de loto amarillo ilegal, y cuando la condesa los lleva a un campo cercano, donde ven a los traficantes usar mano de obra esclava para recolectarla. Fafnir, insistiendo en que puede hacerlo él solo, se cuela en el capo por la noche para robar una bolsa de polen, pero lo descubren los esclavistas, que lo atacan. Conan rápidamente libera a los esclavos para causar una distracción y el grupo escapa. Fafnir va a una taberna a celebrarlo, mientras Noirelle lleva a Conan a sus aposentos, donde los sorprenden Menskar. Conan los mata casi sin esfuerzo, y una impresionada Noirelle le cuenta que tiene miles de años de edad, y que consigue mantaner su juventud al bañarse en los fluidos del huevo cada milenio. Incluso ahora está mostrando señas de envejecimiento. De vuelta en la taberna, una ramera ha seducido a Fafnir, que en su embriaguez revela que tiene una bolsa de loto amarillo, que la chica roba subrepticiamente esa noche. Al día siguiente, Conan, fafnir y Noirelle viajan hasta las montañas, en busca de una criatura similar a un dragón que protege su nido. Fafnir se da cuenta de que no tiene el loto y es golpeado hacia un gran huevo, que se rompe, cubriéndolo con fluido. La criatura coge a Fafnir y lo lanza acantilado abajo, hacia los riscos del fondo, y Noirelle salta tras él. En solitario, Conan se enfrenta al dragón, que lo coge, pero Conan lo apuñala repetidas veces hasta que choca con la ladera de la montaña. Tambaleándose junto a las rocas, Conan jura encontrar a sus amigos.
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