En la mansión de los Vengadores hay tres Drs. Muerte, uno en el salón principal hablando con los héroes, y otros dos en las plantas inferiores. De estos tres, se supone sólo uno de ellos es el auténtico y los otros dos son robots. Además, el auténtico Dr. Muerte lleva adosada a su armadura una pequeña bomba de neutrones que hará detonar si es atacado por los Vengadores. Desea que éstos le desvelen el secreto del viaje interdimensional, ya que quiere encontrar a su madre que se encuentra perdida en alguna dimensión desconocida. A cambio les revelará el fallo que posee el sistema de seguridad de la mansión, el
cual le ha permitido infiltrarse en el interior de mansión.
Los Vengadores se niegan ayudarle bajo estas condiciones de chantaje. Por un lado el Capitán América derrotará a uno de los dobles robots del Dr. Muerte ya que al luchar caen los dos a un tanque de agua y descubre que no salen burbujas de su armadura y por lo tanto que no respira, por ello deduce que se trata de un robot.
Por otra parte, la Visión y el Hombre de Arena acabarán con otro de los dobles robots del Dr. Muerte. Además, la Visión descubre que estos robots fueron arrojados pieza a pieza por uno de los conductos de ventilación y las piezas se autoensamblaron. Finalmente, será Rabia quien deduzca que el tercer Dr. Muerte presente en la mansión es también un robot y le golpea, destruyéndole.
Poco después, el verdadero Dr. Muerte, que nunca llegó a estar en la mansión, se pone en comunicación con los Vengadores y al contarle el Capitán América que el único que posee el poder de abrir portales interdimesionales es Thor y que hace días que no saben nada de él, el Dr. Muerte no detona la bomba y les deja en paz.
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