A veces, el trabajo, la ilusión y el carisma de una única persona es suficiente para cambiar el destino de toda una industria. Eso es lo que ocurrió durante la década de los noventa con Kurt Busiek, el guionista responsable de obras de la envergadura de Marvels, Thunderbolts o Astro City. Nacido el 16 de septiembre de 1960 en Boston (Massachussetts), no se puede decir que la infancia de Kurt Busiek transcurriera entre tebeos: sus padres no tenían especial aprecio por los comic-books, e incluso prohibían que entrara ninguno de ellos en el hogar familiar. Si pusieron al alcance de sus hijos recopilatorios con las tiras de prensa de Peanuts o Daniel el Travieso, un enorme tomo con el Pogo de Walt Kelly (que enamoraría por completo al pequeño Busiek) y álbumes en francés de Asterix o Tintin, con la esperanza de despertar el interés de sus retoños por los idiomas, algo que consiguieron con la hija, pero nunca con Kurt. En lugar de frecuentar las academias galas, Busiek prefería pasar sus ratos libres en la barbería del barrio. ¿El motivo? Allí encontraría las historietas que capturarían su atención, ejemplares de Superman y su basta familia de títulos, mientras que en las casas de sus amigos conocería obras tan variopintas como Casper o Sad Sack.
Desde muy temprana edad, Kurt tuvo el deseo íntimo de convertirse en escritor. Escritor de lo que se le pusiera por delante, ya fueran novelas o películas, pero la simple idea de acometer un libro le resultaba titánica, motivo por el que refrenaría su vocación. Fue años más tarde, en la época del Instituto, cuando ya era un seguidor habitual de varias colecciones, sobre todo de Marvel, cuando se sintió capaz de escribir sus propios tebeos. Las diecisiete páginas que entonces tenían los comic-books intimidaban mucho menos que las doscientas o trescientas que pudiera alcanzar una novela. Su primera obra amateur la realizó en compañía de un dibujante amigo: sesenta páginas que, en su propia definición, comenzaron siendo horribles y terminaron por parecer bastante decentes. Aquel dibujante era Scott McCloud, y aunque ambos colaborarían un tiempo después en Zot!, una de las obras clave de éste, sus caminos ya entonces estaban destinados a tomar direcciones divergentes. Scott se llamaba a sí mismo Mr. Outside, por su objetivo de mantenerse en la esfera independiente, y en oposición al apelativo de Mr. Inside con el que obsequiaría a Kurt, por su interés en trabajar para el mainstream, para las grandes editoriales de superhéroes.
Los años en los que Ojo de Halcón se convirtió en su personaje favorito y la Patrulla X original en su colección fetiche también fueron los mismos en los que estudió Literatura Inglesa en la Universidad de Syracusa y comenzó a mandar sus primeras pruebas de guión a editores de Marvel y DC. En 1983, durante el último año de carrera, Busiek publica su primer trabajo, una breve historia de complemento protagonizada por los Green Lantern Corps (Green Lantern 162, marzo de 1983). Empieza una primera época oscura, en la que sus trabajos pasan inadvertidos para el común de los mortales al tiempo que adquiere la experiencia suficiente que le permitiría luego acometer mayores empresas. De esa época datan sus primeras historias para Marvel, pertenecientes a la colección de Power Man y Puño de Hierro, cabecera en la que comenzó con un simple número de relleno y en la que permaneció durante todo un año.
Durante los ochenta, Busiek reparte su labor entre DC, Marvel y Eclipse. Para la primera escribe la Justice League of America, donde el editor Alan Gold le convence para que relate uno de los tradicionales cruces con la Justice Society, ante la negativa a hacerlo por parte de Gerry Conway, el guionista regular de la serie. También prepara las miniseries de Red Tornado, uno de los miembros de la Liga; Valor, perteneciente a la Legión de Superhéroes, y Legends of Wonder Woman, además de varias aventuras para World’s Finest. En Eclipse participa como supervisor en la ya mencionada Zot! y crea a Liberty Project, profética miniserie protagonizada por un grupo de villanos reformados.
Son guiones que alterna con labores editoriales para Marvel, donde se convierte en uno de los principales articulistas de la revista Marvel Age. Ya entonces era considerado dentro de la casa como uno de los mayores conocedores de la historia del Universo Marvel. Suya fue, por ejemplo, la idea de establecer que Jean Grey y Fénix eran entidades separadas, lo cual posibilitó la resurrección de la primera y la creación de Factor X. Fue también editor de Open Spaces, título en el que trabajaba Alex Ross, con quien luego acometería Marvels, la obra que lanzaría a ambos al estrellato.
Hasta que eso llegara, el trabajo de Busiek se reparte de manera esporádica entre multitud de series, tanto dentro de Marvel (Spider-Man Unlimited, Wonder Man, What If?, What The?...) como fuera, con inclasificables guiones para Image, Harris, Dark Horse y Topps. En los primeros años noventa, el nombre de Kurt Busiek sonaba a cualquiera que leyera tebeos americanos, pero muy pocos eran capaz de identificarlo con nada que no fuera algo así como “el tipo que escribe todos esos números de relleno para Spider-Man”.
De la noche a la mañana, Marvels lo cambió todo. La miniserie de cuatro números pintada por el incontestable Alex Ross devolvía a primer plano de actualidad al más clásico estilo de hacer tebeos de superhéroes en unos tiempos en los que la editorial parecía haber perdido el rumbo sobre sus personajes. Marvels sirvió para recordar un pasado orgulloso y prometer un esperanzador horizonte de grandeza. También sirvió para hacer de Busiek uno de los escritores más populares del momento. Su trilogía arácnida en Spider-Man, compuesta por Las historias jamás contadas de Spider-Man, Amazing Fantasy y Legado de maldad le elevó a autor favorito de los fans del Hombre Araña, pero fue sin duda su Astro City para el sello Homage de Image el que habría de convertirle en el modelo por el que se guiarían sus colegas de profesión en los años siguientes. Quintaesencia de los superhéroes, Astro City ofrece una imaginativa y al mismo tiempo fidedigna puesta al día de los elementos característicos del género.
Obras tan diferentes como Marvels, Las historias jamás contadas y Astro City comparten un elemento común que define el estilo de Busiek: su habilidad para hacer cotidianos y realistas a los superhéroes y al mismo tiempo mantenerlos rodeados de toda su épica y dramatismo. Los personajes de Busiek son nuestros héroes de toda la vida no porque los hayamos leídos desde niños, sino porque el guionista consigue presentárnoslos como un elemento ordinario de nuestras vidas, como si cualquiera de nosotros hubiéramos ido al colegio con Peter Parker, a la facultad con Reed Richards o de fiesta con Tony Stark.
En 1997 llega Thunderbolts, uno de sus más originales proyectos. El primer número de esta serie protagonizado por unos Amos del Mal que se hacen pasar por superhéroes todavía permanece en el recuerdo del lector, e incluso su sorprendente final, celosamente ocultado a la prensa por el mismo Busiek, el dibujante Mark Bagley y el editor Tom Brevoort, mereció el título de Mejor momento del año por parte de la revista especializada Wizard.
Con su conocimiento de hasta el más olvidado vericueto de la continuidad y su capacidad para construir buenas historias a sus espaldas, Busiek fue designado por Marvel para encabezar la más ambiciosa empresa editorial de los noventa: Heroes Return. De las cuatro series que compondrían esta línea editorial destinada a reinsertar en el Universo Marvel a sus figuras principales, Busiek escribiría Los Vengadores, su buque insignia; y Iron Man, uno de sus personajes favoritos. Su labor al frente de Los Héroes Más Poderosos de la Tierra, en compañía primero de George Pérez y luego de Alan Davis o Kieron Dwyer pasará a la historia como la más modélica de las etapas modernas vivida por el grupo.
Puede que el nombre de Kurt Busiek en los comienzos del siglo XXI haya pasado a segundo plano, ante su marcha de Los Vengadores, la dedicación a proyectos más discretos pero igualmente sólidos, como Shockrockets, Superstar o Power Company, pero trabajos como éste Thor: Godstorm recuerdan que Busiek sigue siendo uno de los pilares fundamentales del actual cómic americano, un puesto de honor que su próximo y esperado crossover entre Vengadores y Liga de la Justicia vendrá a confirmarnos una vez más.
Biografía realizada por Julián M. Clemente, publicada originalmente en Thor: Tormenta Divina - Forum.
Fotografía obtenida en la Wikipedia.
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