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Harvey Kurtzman nació el 3 de octubre de 1924 en Brooklyn, Nueva York. Con cuatro años de edad se vio forzado a vivir durante tres meses en un orfanato junto a su hermano mayor, tras la repentina muerte de su padre debido a una úlcera y la dificultad consiguiente de su madre por mantenerles. Con el tiempo, su madre conseguiría un empleo y se volvería a casar, lo que les concedió estabilidad. Su padrastro, que se dedicaba a realizar grabados en latón, le llevaba a menudo a su trabajo para que le ayudara con los dibujos y diseños, y también a museos, alentando su faceta artística. Harvey, por su parte, dibujaba elaboradas tiras cómicas con tiza en las aceras de su barrio, captando la atención de los demás niños y niñas. Pronto, su madre le enroló en clases de dibujo que atendía los fines de semana.
Durante la década de 1930, se convirtió en seguidor de un gran número de tiras dominicales, aunque para ello tuviera que rebuscar periódicos entre la basura de sus vecinos. Terry y los Piratas, El Príncipe Valiente o Flash Gordon se convirtieron en grandes influencias para él, aunque su mayor referencia era The Spirit, de Will Eisner, a quien consideraba el autor más grande que existía. En 1939, ganó dos concursos de dibujo. El primero le permitió ver su primer trabajo publicado en Tip Top Comics #36. El segundo le otorgó una beca para estudiar en el Instituto de Música y Arte de Nueva York, donde coincidió con varios colegas de profesión en el futuro, como Al Feldstein o John Severin. A los 16 años se graduó logrando una beca para seguir sus estudios en la universidad privada Cooper Union, la cual abandonó tan solo un año después para lograr hacerse un hueco en la industria del cómic.
En 1942, se entrevistó con el autor Alfred Andriola, quien había incluido un anuncio en una de las publicaciones en las que participaba, ofreciendo ayuda y consejo a jóvenes dibujantes aspirantes. El encuentro no fue como él esperaba y se convirtió en uno de los peores días de su vida, puesto que Andriola le desalentó completamente, instándole a dedicarse a otra cosa. Pero Harvey decidió perseverar y ese mismo año logró ingresar como profesional en el estudio de Louis Ferstadt, quien producía cómics para editoriales como Quality y Gilberton. Fue en esta última donde vio sus primeros trabajos publicados. En Classic Comics #5 como ayudante, y en Four Favorites #8 como dibujante.
Tras varios trabajos como parte del estudio, fue llamado a filas en 1943 con motivo de la Segunda Guerra Mundial. Pese a ser entrenado en infantería jamás fue enviado al frente, y su labor consistió en ilustrar manuales de instrucciones, pósters o flyers y dibujar tiras para periódicos militares. Mientras realizaba estas labores fue contactado por diversas editoriales nacionales y locales para distintos trabajos, lo que le permitió seguir depurando y refinando su estilo de dibujo. Concluido su servicio militar y tras encontrar dificultades a la hora de buscar empleo, decidió abrir su propio estudio junto a dos compañeros del Instituto de Música y Arte de Nueva York, Hill Elder y Charles Stern. El Charles William Harvey Studio nació con grandes esperanzas pero pobres resultados económicos, a pesar de que lograron subarrendar a artistas de la talla de John Severin o el mismísimo René Goscinny.
En 1946, Harvey llevaba un tiempo realizando crucigramas para diversas publicaciones del editor Martin Goodman, dueño entre otras de la editorial Timely Comics, la precursora de Marvel Comics. Sabiendo de la buena relación con Goodman, el editor de Timely, Stan Lee le ofreció realizar como autor completo tiras de una página que se publicarían bajo el nombre de “Hey Look!”. Harvey realizó 150 tiras entre 1946 y 1949 con resultados económicos no muy boyantes, pero fue una experiencia que le permitió conocer a Adele Hasan, integrante de Timely que enseguida se enamoró de él. Quiso el destino que Timely organizara un concurso llamado “¡Ahora tú puedes ser el Editor!”, instando a sus lectores a mandar cartas opinando sobre las decisiones que se deberían llevar a cabo. Adele era la encargada de la correspondencia, e indignada al ver cómo a la gente no le gustaba el trabajo de Harvey tanto como a ella, alteró las votaciones a su favor. Los supuestos resultados llamaron mucho la atención de Stan Lee y comenzó a asignarle cada vez más trabajos a Harvey, lo cual a su vez propició que se pasara más a menudo por las oficinas, aumentando el flirteo con Adele. Pronto empezaron un noviazgo, y a pesar de que ella se fue de la ciudad para iniciar la universidad, pronto abandonaría los estudios para que ambos pudieran casarse.
En 1949, Harvey empezó a sentirse decepcionado con el tipo de trabajos que le encargaba Lee, así que decidió buscar nuevos horizontes. Tras varias entregas de portafolio y trabajos sueltos aquí y allá, recaló en EC Comics, una editorial que estaba sufriendo su propia revolución y estrenaba una línea dedicada al terror, la fantasía y la ciencia ficción. Tras unos meses realizando diversos trabajos, en 1950 comenzó a guionizar y editar sus dos propias series, Two-Fisted Tales y Frontline Combat, acompañado de varios artistas que dibujaban a partir de sus bocetos. Ambas publicaciones se centraban en la guerra a lo largo de varios periodos de la Historia, mostrándola de un modo realista y crudo, destacando su objetividad a la hora de mostrar cuales fuera que fuesen los bandos y retratando su futilidad, algo totalmente inaudito hasta ese momento en el mundo del cómic.
A pesar del reconocimiento que adquirió con su trabajo, Harvey no estaba a gusto con su situación en la editorial, ya que los autores cobraban en base a su cantidad de trabajo, y sentía que todo el empeño que ponía en su trabajo, llegando a montar en aviones de combate y submarinos para documentarse, no era recompensado, especialmente en comparación con Al Feldstein, un compañero muy prolífico en las series de terror. Cuyo contenido detestaba, por otra parte.
Bill Gaines, dueño de EC Comics, atendió a sus demandas y le ofreció aumentar su producción realizando una nueva publicación humorística. El resultado fue MAD, que contaba con Harvey a las riendas de todos los guiones, ofreciendo parodias irreverentes y llenas de crítica. MAD se convirtió en un auténtico éxito a partir de su cuarto número, que incluía la historia “Superduperman”, en la cual Harvey parodiaba a Superman, al Capitán Marvel (Shazam) y a todo el proceso legal que habían protagonizado ambos personajes, acompañado por Wally Wood a los lápices. Para 1954, y con la serie Frontline Combat ya cancelada, MAD pasó de ser bimensual a ser publicada cada mes. Con todo ello, Harvey se vio en la misma situación económica en la que estaba anteriormente, ya que volvió a tener solamente dos series en activo y comenzó a poner todos sus esfuerzos en realizar el mejor trabajoposible en la nueva serie, algo además necesario puesto que comenzaron a surgir muchas publicaciones similares a su sombra, tanto en la misma editorial como en otras.
En 1955, la editorial EC fue una de las grandes afectadas por la caza de brujas a la que fue sometido el mundo del cómic en pos de los menores de edad impresionables, de quienes se decía que podían resultar influenciados de manera negativa. La práctica totalidad de sus publicaciones desaparecieron con la salvedad de MAD, que además fue reconvertida al formato de revista con un tono más adulto. Esto último favorecía enormemente los intereses de Kurtzman, puesto que era una reconversión que ya llevaba cierto tiempo pidiendo a Gaines, quien también se vio obligado a dar su brazo a torcer después de que la prestigiosa revista Pageant ofreciera públicamente un empleo a Harvey en uno de sus artículos. La ahora revista siguió contando con un gran éxito, y fue en este periodo cuando nació su mascota, un personaje que seria conocido como Alfre E. Neuman.
En 1956, Hugh Hefner, editor de la revista Playboy, se puso en contacto con Harvey y le ofreció un lugar en su publicación si algún día abandonaba EC. Sabiendo que tenía la sartén por el mango en cualquier negociación con Gaines, le exigió más control sobre MAD en forma de acciones. Gaines le ofreció el control del 10% de estas, un trato que no satisfacía sus necesidades y propició su abandono final de la editorial. Paradójicamente, Al Feldstein fue el elegido para editar la revista MAD en su lugar. Su primer trabajo para Playboy fue la revista Trump, una versión más sofisticada y picante de MAD para la cual contó con viejos conocidos como Wally Wood y Russ Heath, o caras nuevas como Arnold Roth o Mel Brooks. Aunque el propio Harvey la describió como lo más cercano quehizo nunca a “la revista de humor perfecta” y su lanzamiento funcionó bien en el mercado, Hefner se vio obligado a cancelarla tras el segundo número debido a la desorbitada cantidad de gastos que le había supuesto producirla.
Un año más tarde, Harvey autoeditó en compañía de otros muchos empleados de Playboy una nueva revista, a la que bautizaron como Humbug, dirigida a todos los públicos y cargada de sátira política y críticas a la cultura popular de la época. Curiosamente, Hefner les proporcionó una oficina en la que reunirse de manera gratuita en compensación por la cancelación prematura de Trump. La publicación no contó con excesivo éxito debido a problemas de distribución.
Tras su cancelación, Harvey pasó el resto de la década de 1950 trabajando como artista freelance para distintas editoriales, desde Playboy a Pageant. Para Ballantine Books, la editorial que hasta entonces se había encargado de publicar los tomos recopilatorios de MAD, realizó Harvey Kurtzman’s Jungle Book, una historia dirigida a adultos que fue la primera consistente en material nuevo que era lanzada en ese formato, considerándose como precursora de las novelas gráficas.
En 1960, se incorporó a la plantilla de la editorial Warren Publishing, donde co-editó la revista Help!, que sirvió de trampolín para muchos dibujantes que formarían parte del movimiento underground, como Robert Crumb o Jay Lynch. En ella creó a otro de sus personajes emblemáticos, Goodman Beaver, un inocentón optimista al que aprovechó para parodiar a Hugh Hefner y su estilo de vida. Al propio Hefner le encantó, y de hecho Harvey le ofreció realizar tiras protagonizadas por el personaje para la revista Playboy, propuesta que resultó aceptada con la condición de que el personaje fuera reconvertido en una chica voluptuosa. El resultado fue Little Annie Fanny, la primera tira publicada por Playboy. Con el paso de los años la relación de Harvey con el editor de Warren Publishing se fue deteriorando y acabaría abandonando la editorial en 1965, tras la cancelación de Help!. A finales de la década comenzó a trabajar en la industria audiovisual, coguionizando una película de stop-motion o realizando varias labores en algunos cortos animados para Barrio Sésamo.
Ya en 1972, un viejo conocido, Stan Lee, le ofreció no solamente un puesto destacado dentro de la jerarquía de la editorial Marvel, sino también encargarse de una nueva revista del estilo de MAD llamada Crazy Magazine. Harvey, que se sentía muy oxidado en lo que al mundo del cómic se refiere, decidió declinar la oferta. También rechazó un puesto en la prestigiosa revista National Lampoon, ya que sentía que su enfoque no coincidía con el de los dibujantes jóvenes que mayoritariamente la poblaban. Un año más tarde, la Escuela de Artes Visuales de Nueva York llamó a su puerta, ofreciendo tanto a él como a su adorado Will Eisner la oportunidad de dar clases de dibujo. A pesar de contar con nulo bagaje en lo que al profesorado se refiere, Eisner logró convencerle y pronto comenzarían sus clases de “Dibujo satírico”, centradas en los gags de una sola viñeta. Durante su tiempo como profesor llevó a varios colegas como ponentes a las clases y, cuando la propia escuela se negó a publicar las obras de sus estudiantes, les ayudó a sus alumnos a lanzar una antología financiada mediante publicidad llamada Kar-Tünz.
En 1976, cuando la popularidad y reconocimiento de Harvey se encontraban en su punto más álgido, se publicó el Illustrated Harvey Kurtzman Index. Durante el resto de la década y parte de los años ochenta, continuó colaborando en diversas antologías. También se produjo entonces su reconciliación con Bill Gaines, lo que propició algunas colaboraciones con la revista MAD después de casi 20 años. En 1988, y debido a múltiples problemas internos, Harvey dio carpetazo final a la publicación de Little Annie Fanny en Playboy, y comenzó a centrarse en un proyecto personal en el cual quería contar la historia del mundo del cómic. El resultado, acompañado por el historiador del cómic Michael Barrier, fue From Aargh! to Zap! Harvey Kurtzman’s Visual History of the Comics, un trabajo publicado en 1991.
Harvey Kurtzman murió el 21 de febrero de 1993 a causa de un cáncer de hígado, todo ello tras sufrir párkinson y un cáncer de colon durante sus últimos años de vida. El New Yorker publicó un dibujo conmemorativo en su honor, acompañado de una elegía.
Biografía realizada con datos obtenidos en la Wikipedia.
Fotografía obtenida en Prabook y Grand Comics Database.
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