Barry Grossman es un colorista de cómics que ha trabajado en la industria durante más de 40 años para la editorial Archie Comics, donde se le atribuyen miles de números, aunque también ha coloreado comics para Marvel y Walt Disney, por citar algunas. A lo largo de su carrera empleó varios seudónimos Eric Lee, Alissa Merrill y Ben Sean. Nacido en Brooklyn, comenzó su paso por el universo del cómic en 1961 a la edad de 13 años, cuando su hermano mayor le consiguió un trabajo a tiempo parcial como chico del correo en Archie Comics. Nació con aptitudes para el arte, destacando a lo largo de sus estudios en el instituto James Madison. Antes de titularse en Bellas Artes en el Pratt Institute en 1970, el editor de Archie Comics reconoció el talento artístico en ciernes de Grossman y lo trasladó al Bullpen de la editorial en 1968, donde se convirtió en el colorista principal de la compañía. A lo largo de su estancia en Archie Comics, que se prolongó durante 50 años, pasó de empleado en la sala del correo a trabajar en el departamento de producción, convertiéndose más tarde en gerente de producción, después en asistente del director artístico y llegar a escribir y editar su propia título, Riverdale High. Y por supuesto colorear infinidad de cómics desde 1968 hasta mediados de 2012, año en que se jubiló.
En 1978, el flamante nuevo editor jefe de Marvel, Jim Shooter, le ofrece trabajar en la editorial. Le entregaron una historia de prueba de Master of Kung Fu, probablemente Master of Kung Fu vol.1 #70, o por lo menos parte de él, ya que se acreditó a un ficticio D. Martin”. Cuando Grossman, algo intimidado, entregó el trabajo realizado al gigantesco Shooter, este le miró y le dijo: “¿Dónde has estado toda mi vida?”. Sus siguientes trabajos para la Casa de las Ideas serán Fantastic Four vol.1 #197 y Red Sonja vol.1 #12, firmados con su verdadero nombre. Pero, curiosamente, a partir de entonces firmará casi siempre con el seudónimo Ben Sean; quizá Archie Comics no veía con buenos ojos que su colorista estrella trabajara como freelance para la competencia. Si es así, no consiguieron su objetivo, ya que el increíblemente prolífico Grossman coloreó más de 250 cómics durante casi 30 años para Marvel, compaginándolo con su trabajo en Archie. Tras debutar con su apodo en The Invincible Iron Man vol.1 #114, se encargaría de títulos como Tarzan, The Mighty Thor, Godzilla, The Human Fly, John Carter, Warlord of Mars y Power Man. Poco a poco, iría acaparando un increíble volumen de trabajo, llegando a aplicar su paleta de colores a siete u ocho series mensuales. Por su mesade trabajo pasaron las páginas de todo tipo de títulos desde The Amazing Spider-Man hasta The Defenders, además de Doctor Strange y The Incredible Hulk, entre muchos otros.
El periodo más prolífico de Ben Sean fue a finales de los setenta y principios de los ochenta. A partir de 1982, más o menos, el colorista centraría su trabajo en la serie Rom, basada en una creación de la juguetera Hasbro. A mediados de los noventa, estaría acreditado en licencias como Barbie, Disney's The Little Mermaid, Barbie Fashion o Disney Comics Hits, así como en varios títulos de la línea Marvel 2099. Además, sus últimos trabajos para la compañía incluyeron títulos como Spider-Man: Friends and Enemies, Force Works y The Invincible Iron Man, la misma serie con la que debutó en la compañía. Su último cómic fue Clueless Spring Special #1 de mayo de 1997. Grossman no solo fue nombrado uno de los tres mejores coloristas de Marvel Comics, sino que en 1996 los lectores lo votaron como el quinto mejor colorista de la industria en la revista Comic Buyer's Guide Magazine. Estar entre los cinco primeros colocó a Grossman "en las nubes", dijo, ya que a veces se preguntaba si los lectores de cómics se dan cuenta de cuánto trabajo implica cada número. Tan solo utilizó su verdadero nombre en un puñado más de comics de Marvel: The Micronauts vol.1 #21, Battlestar Galactica vol.1 #17 y The Punisher Meets Archie, un inesperado y bizarro cruce entre ambos personajes, editado por Marvel y Archie.
Grossman siempre coloreó con acuarelas y las usó hasta su retiro en Archie Comics, que es una de las únicas empresas de la industria que mantiene el coloreado tradicional. Durante su carrera, Grossman trabajó en estrecha colaboración con Stan Goldberg y otros maestros del cómic como Bill Vigoda, Henry Scarpelli y Dan DeCarlo. Se enorgullece de haber trabajado también en Walt Disney Classic Storybook, para el que recoloreó historias de los años treinta y cuarenta. Grossman también trabajó en The 9/11 Report: A Graphic Adaptation de Sid Jacobson y Ernie Colon. También participó en la animación de la película Teenage Mutant Ninja Turtles. A lo largo de los años en Archie también se atrevió a escribir en Jughead #316 (1981) y a editar Faculty Funnies #5 (1990), hasta que le dieron su propia serie, Riverdale High, que escribió junto a su amigo, el también colorista John A. Wilcox, editó y coloreó. Se canceló tras la octava entrega.
Él y su esposa, Marlene, tienen dos hijos, Eric, dueño de una empresa de diseño gráfico, y Alisa, que es psicóloga escolar, y varios nietos. Después de todos los años que ha estado pintando de amarillo el pelo de Betty y de negro los mechones de Veronica, cuando se le pregunta si prefiere a Betty o a Veronica, Grossman dice: "Conocí a mi Betty y llevamos 40 años casados". Conoció a Marlene, quien es directora de admisiones en el Centro de Rehabilitación y Enfermería Regency Heritage en Somerset, cuando eran solo niños en Brooklyn. Al igual que Archie, Grossman le llevó sus libros a la escuela. Residen en la pequeña localidad de Allentown en Nueva Jersey.
Biografía realizada con datos obtenidos en Marvel Wikia, Grand Comics Database, así como sus cuentas de Facebook y LInkedIn.
Fotografía obtenida en la cuenta de Facebook del autor.
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