Luke Skywalker intenta ocultarse de las naves imperiales en el sistema de Beheboth, pero éstas le siguen. Encuentra un poblado, pero se niegan a darle agua y es atacado cuando se contradice al explicar de dónde procede. Darial Anglethorn le defiende de sus amigos y le ofrece un empleo en su granja. Darial le explica que las granjas han sido atacadas para robar el agua. Luke, recordando a sus tíos que fueron atacados en su ausencia promete hacer todo lo que pueda. De repente, Darial se desmaya y Luke siente una presencia que le advierte que no le desean ningún daño, pero todo empieza a darle vueltas y pierde el conocimiento. Cuando despierta, otros granjeros le dicen que han sido atacados y se han llevado a Darial. Le indican que la base de sus enemigos se encuentra en las montañas, pero que no debe ir, pues han perdido a muchos hombres que lo intentaron. Luke, decidido a mantener su promesa, va en su búsqueda, pero es capturado y llevado ante el líder de los bandidos, Gideon Longspar, quien retiene prisionera a Darial. Gideon le explica que utiliza a los Tirrith, unas pequeñas criaturas empáticas que sienten lo mismo que el resto de su especie. Gideon los capturó y obliga a parte de las criaturas a trabajar para él mientras retiene a otras. Con su ayuda y la de la Fuerza, Luke consigue escapar junto a Darial y libera a los Tirrith prisioneros. Viéndose rodeados por los hombres de Gideon, Darial confía en los Tirrith que le piden que dispare contra los tanques de agua, aunque su gente la necesita para sobrevivir. Los bandidos se ven arrastrados por la inundación y Darial se marcha con Luke. Días después, los Tirrith provocan impulsos eléctricos en las nubes provocando que llueva por primera vez en años.
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