Spiderman encuentra al vendedor de armas y, tras amenazarle, logra sacarle que vendió esa arma a Jake Martino, asesino a sueldo. Él está huyendo ahora en tren, pero Spiderman logra dejarlo moribundo antes de que suba al tren. Acaba muriendo en el hospital y uno de los secuaces de Kingpin le informa de su muerte, pero Spiderman le roba el móvil y descubre que Kingpin fue quien contrató a Martino para disparar a May.
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