Montserrat Samón es gerente de licencias de manga en Panini Latam. Sus funciones son las de negociar y comprar las licencias de series manga para España y Latinoamérica. Previamente, realizó las mismas funciones para las editoriales Glénat España y Planeta DeAgostini, negociando para esta última la compra de derechos del conocido manga Dragon Ball, con el que comenzó a publicarse material japonés en España. Además, Montse escribió algunos correos de los lectores en la revista de Planeta DeAgostini Barbie.
Samón comenzó a trabajar con licencias de cómics por pura casualidad. Llegó a la editorial Planeta DeAgostini en 1989, para hacer una sustitución de maternidad de la secretaria de dirección de Antonio Martín, el director editorial de Ediciones Forum, que era el sello del Grupo Planeta dedicado a publicar el material procedente de Marvel Comics desde 1983. Como tenía un buen nivel de inglés, enseguida comenzó a encargarse de traducir los contratos de los cómics de Image y Eclipse Comics que estaba negociando la editorial en ese momento. Al concluir su suplencia, se quedó fija en Planeta como asistente del director editorial y responsable de las licencias internacionales y la contratación de los derechos de edición de las obras de comic que publicaba Planeta DeAgostini.
A mediados de 1991, el fenómeno de los dibujos animados de Dragon Ball estaba arrasando en toda España gracias a la emisión de la serie japonesa a través de las cadenas de televisión autonómicas. El primer contacto de Antonio Martín con Dragon Ball fue en el verano de ese año. Un día, llegó a casa del trabajo y el televisor estaba encendido. TV3, la televisión autonómica catalana, emitía uno de los capítulos de Bola de Drac, que se doblaba al catalán. No le prestó mucha atención, pero esto se repitió día tras día hasta que le enganchó y acabó sentado en el suelo, mirando la pantalla “totalmente entregado”. Tras visionar como puro espectador el anime, su condición de editor le hizo interesarse por la posibilidad de editar un cómic de Dragon Ball. Como aún no sabía que existía el manga de Akira Toriyama, llegó a plantearse la posibilidad de encargar la realización de loscómics a un equipo español especializado en crear versiones dibujadas en formato impreso de dibujos animados, tal y como en años anteriores se había hecho con otras series.
Cuando por fin Martín se enteró de que existía un cómic en Japón de Dragon Ball, se propuso adquirir los derechos, encargando a Samón averiguar quién lo publicaba. Pero Montse no sabía ni escribir ni hablar japonés, así que empezó contactando con el consulado japonés en Barcelona, pidiendo ayuda y orientación. Consiguió lo que quería: el consulado le envió un número de fax de la editorial japonesa Shueisha, cuyo nombre no podía pronunciar. Samón primero enviaba faxes semanalmente, luego a diario, introduciendo la misma solicitud en la máquina y marcando el número de Tokio antes de salir de su oficina. La editora Shueisha se vio inicialmente desbordada por el hecho de que una editorial occidental se dirigiese a ellos para comprar los derechos editoriales de una de sus series de manga, algo por entonces todavía inaudito. Ante la insistencia de Montse, Shueisha delegó la negociación en la agencia de derechos editoriales Tuttle-Mori de Tokio. Su contacto era Ms. Chigusa Ogino, quien finalmente en noviembre de 1991 devolvió la llamada a Planeta.
Tras un intercambio de decenas de faxes y llamadas, Planeta se hizo con el premio gordo, logrando un contrato de cesión de derechos para Dragon Ball en España. El 30 de enero de 1992 la noticia ocupó un faldón en portada y media página del diario barcelonés La Vanguardia. El acuerdo se plasmó en un hotel de Inglaterra, en el marco de la Feria del Libro de Londres de marzo de 1992, a la que acudieron Antonio Martín y Montse Samón. Se produjo al fin el encuentro cara a cara entre Ogino y Samón, quienes durante dos días negociaron los derechos, los royalties, los materiales de reproducción y cómo iba a publicarse el cómic. Finalmente, cláusula a cláusula, se cerró el acuerdo de la primera franquicia de manga oficialmente licenciada y publicada fuera de Japón. El primer número salió a la venta en abril de 1992.
El enorme éxito de Dragon Ball, publicada en dos ediciones diferentes en castellano y catalán, animó a la editorial a crear una línea completa de manga, siendo Samón la elegida para negociar los contratos de todas las series, como Detective Conan, One Piece, 3×3 Ojos y Alita Ángel de Combate, entre otras muchas. Además de ese trabajo, Montserrat contestó un tiempo la sección de correo de los lectores en la colección Barbie de Forum, cuya coordinadora editorial era Cristina Avilés. Esto era bastante normal en una redacción pequeña, como era la de los cómics de Planeta, donde todos debían hacer un poco de todo para que los cómics salieran a tiempo en los quioscos. Samón escribió la sección de correo de los lectores "Cartas a Marta" durante todo 1993, el primer año de la colección. También tradujo algún manga del inglés, como Lamu, El mundo de Rumiko y Ranma 1/2, todos de Rumiko Takahashi.
En 1999, frustrada por que la editorial no reconociera oficialmente el carácter ejecutivo de su posición laboral, se despidió voluntariamente de la empresa para recalar en Glénat España, la filial de la conocida editorial francesa, con las mismas funciones que en Planeta. Ese año, Glénat había decidido ampliar considerablemente su catálogo de manga, contratando a Samón para comprar las licencias de títulos emblemáticos como Rurouni Kenshin. Los siguientes años, Montse incorporó al catálogo de Glénat las series Noritaka (2000), Saint Seiya (2001) y Naruto (2002), así como el material para los tomos a la japonesa de shonen, shojo, seinen y clásicos. Gracias a sus altas ventas, en 1999, Rurouni Kenshin salvó a Glénat España de la desaparición y en 2002 Naruto hizo lo propio, pudiendo aventurarse la editorial en la recopilación de la obra completa de autores autóctonos, como Carlos Giménez (1999) o Josep Maria Beà (2002).
En 2004, Panini Comics la contrató como licensing manager de su línea de manga, que salió al mercado en enero de 2005. En 2006, pasó a encargarse también de negociar las licencias manga para el mercado brasileño, en el que también operaba Panini. En 2013, incorporó las licencias para México y desde 2018 todo el negocio de Panini en Latinoamérica. En 2025, Montse Samón continúa desempeñando ese puesto. En los más de treinta años dedicada a la adquisición de licencias japonesas, Samón ha visto evolucionar la consolidación del mercado del manga en occidente, hasta convertirse hoy día en uno de los pilares del mercado de los cómics más importante.
Biografía realizada con datos obtenidos en la Wikipedia, YouTube, Comic Vine, YouTube, Tebeosfera, YouTube, LinkedIn, Yorokobu, SWI y Misión Tokyo.
Fotografía obtenida en YouTube.
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