Los Gigantes de Hielo han asaltado la casa de Loki, buscando capturar a su prisionero, el Hombre de Hielo, para explotar sus poderes y aumentar su fuerza. Loki intenta repelerlos, pero pronto se da cuenta de que sus intentos de restaurar su nivel original usando los poderes del Hombre de Hielo los han vuelto locos, y Loki huye. En su camino, se topa con el cuerpo destrozado de su medio hermano Thor. Recordando cómo la batalla de Thor contra los Elfos Oscuros dejó su cuerpo destrozado y que la maldición de Hela le impide sanar o morir, Loki teletransporta a Thor frente a los Gigantes de Hielo, disfrutando de usar el cuerpo de su hermano como distracción.
Loki entra en la estancia donde ha estado obligando al Hombre de Hielo a usar sus poderes y le ordena al mutante que se detenga por miedo a ser asesinado por los Gigantes de Hielo. El Hombre de Hielo se niega, y cuando Loki intenta atacarlo con magia, Bobby Drake aumenta sus poderes al máximo. Esto hace que los Gigantes de Hielo en la otra estancia detengan su batalla y se dirijan hacia las enormes cantidades de frío. Loki intenta contenerlos creando una enorme bola de fuego que derrite a dos de los Gigantes de Hielo. Sin embargo, los demás logran dominarlo y acorralarlo. Thor revive y, al presenciar la valentía de Loki en circunstancias imposibles, la compara con cómo ha tenido que huir en las últimas batallas debido a su maldición. Aunque reconoce que tiene esta cura, Thor se da cuenta de que Loki es hijo de gigantes y sale de la habitación.
En el palacio de Asgard, Balder recibe la visita de Ularic, quien le advierte de una calamidad inminente que amenazará a Asgard y a los dioses antes de desmayarse. Justo entonces, Heimdall entra en la habitación con la figura inmovilizada de la Encantadora. Mientras se lo explica, ve que la mujer se está volviendo de piedra, y Heimdall experimenta el mismo problema. Balder, sintiendo que le sucede lo mismo, se pregunta dónde estará Thor cuando Asgard más lo necesite.
Mientras, en el castillo de Loki, los Gigantes de Hielo están a punto de matarlo cuando Thor interviene repentinamente, derribando un muro sobre ellos, a pesar de sus heridas. Arrastra a Loki, inconsciente, a la estancia contigua y encuentra su arma secreta: el Hombre de Hielo. Reconociendo que su disfraz es una variación de los miembros de Factor-X que conoció anteriormente, despierta al joven mutante y descubre que, en efecto, es miembro de Factor-X. Cuando el Hombre de Hielo le cuenta que Loki lo capturó con un extraño dispositivo y lo obligó a usar sus poderes de hielo para fortalecer a los Gigantes de Hielo, Thor reconoce el dispositivo de cuando Loki lo usó para traer al Hombre Absorbente a Asgard muchos años atrás. Al considerar cómo lidiar con Loki, Thor recuerda cómo Loki ayudó a salvar Asgard de Surtur y decide dar por saldada su deuda con él. Thor usa entonces el dispositivo que Loki usó para traer al Hombre de Hielo a Asgard para extraer una armadura mística creada para él en una acería de Pittsburgh, de modo que pueda operar a pleno rendimiento a pesar de sus huesos rotos. Con la llegada de su armadura, Thor comienza a lanzar el hechizo necesario para encantarla y usarla.
En otra parte de Asgard, Sif, Hogun y Fandral salen con los hijos de Volstagg, Mick Mortensen y Kevin Mortensen, cuando todos los asgardianos presentes se sienten mal. Cuando Sif se desmaya, regresan a casa de Volstagg y descubren que Volstagg, Hildegund y los demás niños han quedado inertes. Ante la mirada atónita de Kev y Mick, Hogun y Fandrall también caen víctimas de la misteriosa enfermedad que azota Asgard.
Finalmente, en el castillo de Loki, los Gigantes de Hielo irrumpen en la estancia donde Loki y el Hombre de Hielo están desmayados. Thor, con su nueva armadura, los ataca. La armadura aumenta la fuerza de Thor y le permite luchar a pesar de sus huesos rotos, y derrota fácilmente a los Gigantes de Hielo. Aunque Thor sale victorioso, no siente alegría por la victoria, ya que es la armadura, no su propia fuerza, la que le ayudó a ganar la batalla. Mientras tanto, en el torbellino invernal, el líder de los Gigantes de Hielo jura vengarse de Loki y decide atacar a otro objetivo: su hijo: Jormungand, la Serpiente de Midgard. Aunque sus secuaces consideran que se ha vuelto loco, acceden a seguirlo en esta demencial misión de venganza.
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