Carmelo Martínez, un chico de raza negra, ha recibido una brutal paliza a manos
de unos policías de Nueva York, lo que ha provocado una oleada de manifestaciones
a favor y en contra. En una de ellas, Rabia tendrá que "calma" los animos a unos manifestantes exaltados.
Posteriormente resultará que estos manifestantes
financiados por un anónimo benefactor reconstruirán
el grupo de los Hijos de la Serpiente.
En la mansión de los Vengadores, el Capitán América y el Halcón
intentarán calmar a Rabia, quién está bastante "quemado" con lo de la paliza
a Martínez, sin conseguirlo. De hecho Rabia se marcha malhumorado de la mansión.
Los dos Vengadores pensando que quizás pueda hacer
alguna tontería, deciden seguirle bajo sus identidades civiles. Así rastreando la tarjeta-carnet de Rabia llegarán
hasta la casa de la abuela de Rabia (Edna Staples), que les contará
que Rabia y Carmelo Martínez son amigos y que Rabia, pese a su aspecto, es en realidad un adolescente de sólo
14 años.
Más tarde, en una manifestación frente a una comisaría, aparecerán los Hijos
de la Serpiente cuyas arengas xenófobas provocarán un enfrentamiento con
los manifestantes. Hasta allí llegarán Los Nuevos Guerreros, para intentar controlar la situación, y Rabia, que
desea machacar a los Hijos de la Serpiente. El verdadero causante del enfrentamiento que está teniendo lugar, es un extraño personaje
que se hace llamar el Aborrecedor (IV) capaz de inducir y alimentarse del odio de las personas. Sus poderes afectan
incluso a superhéroes como Namorita, Destructor Nocturno y Rabia, quienes
están totalmente descontrolados. Finalmente, aparecerán los Vengadores para
intentar poner fin a toda esta locura.
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