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Henry Alfred Kissinger, registrado al nacer como Heinz Alfred Kissinger, es un político estadounidense de origen judeoalemán que tuvo una gran influencia sobre la política internacional, no solo de Estados Unidos con respecto a los demás países, sino también sobre otras naciones. Su origen judío le obligó a abandonar Alemania con su familia para escapar de la persecución nazi en 1938. En 1942 obtuvo la nacionalidad americana, pero el hecho de no haber nacido en Estados Unidos pesaría siempre sobre su futuro, cerrándole la posibilidad de ser candidato a la presidencia. Estudió Ciencias Políticas y se dedicó a la enseñanza en la Universidad de Harvard, antes de pasar a la política activa de la mano del Partido Republicano. El presidente Richard Nixon aprovechó su conocimiento de la política internacional, nombrándole asesor para asuntos de seguridad nacional en 1968; la brillantez con la que ejerció su labor hizo que en 1973 le nombrara secretario de Estado, ministro de Asuntos Exteriores. Cuando Nixon tuvo que dimitir, forzado por el escándalo Watergate, y le sucedió el vicepresidente Gerald Ford (1974-1977), éste mantuvo a Kissinger al frente de la política exterior. Durante los cuatro años en que dirigió la diplomacia norteamericana, Kissinger diseñó una nueva política exterior y quizá incluso un nuevo marco internacional. Impulsó la distensión mediante la renuncia de los Estados Unidos al principio de intervención militar global, así como el reconocimiento de la Unión Soviética como interlocutora y partícipe de la hegemonía mundial en la Conferencia de Helsinki de 1975. Fue uno de los principales artífices del acercamiento de los Estados Unidos a la República Popular China. Viajó a Pekín en 1971, donde preparó el reconocimiento diplomático del régimen de Mao Zedong y la visita de Nixon en 1972. Sus esfuerzos por la paz se orientaron hacia dos escenarios principales, que constituían dos "puntos calientes" de fricción entre las superpotencias: Vietnam, en donde negoció el fin de la guerra y la retirada del ejército americano en 1973; y Oriente Medio, en donde medió para restablecer la paz entre Israel y sus vecinos árabes, poniendo fin a la Guerra de Yom Kippur en 1973. También cabe destacar su intervención en el conflicto de Rhodesia, que contribuyó a poner fin a la guerra civil con unas elecciones libres que otorgaron el poder a la mayoría negra en 1976. En 1973, le fue concedido el Premio Nobel de la Paz. Desde su retirada se ha dedicado a los negocios y a la redacción de sus memorias; su inmenso prestigio le ha mantenido, sin embargo, como un consejero habitual de los posteriores presidentes americanos sobre temas de política internacional. En 2001, lideró un comité de crisis internacional a causa de los ataques del 11-S, así como para que a través de su firma prestase asesoría diplomática y política al gobierno. También ha recibido críticas por ser uno de los miembros fundadores del polémico y todavía activo Grupo Bilderberg. |