Uno de los mejores miniaturistas del mundo, Frank Magsino creció entre el paisaje de amplias vistas y montañas escarpadas de San José Mindoro en Filipinas. Nacido en 1937, nieto de pioneros que se asentaron allí y construyeron un rancho en medio de la naturaleza, Magsino se sintió siempre más atraído por el arte que por el rancho. Afortunadamente, sus padres reconocieron su talento natural y lo apoyaron. Se aseguraron de que su educación hiciera énfasis en el arte, lo que continuó a lo largo de sus estudios en la Universidad de Santo Tomás, en Manila, y después en la Academia de Arte de San Francisco.
Magsino comenzó a exponer y vender su trabajo en 1968. Sin embargo, en 1971, después de un periodo de viajes, su estilo sufrió un gran cambio. Empezó a expermientar con la pintura en miniatura y prontó descubrió que era un medio que se adaptaba perfectamente a sus talentos únicos. Trabajando con acrílico en masonita, Magsino a veces usa una una lupa para pintar detalles increíblemente pequeños. En ocasiones usa un pincel con un solo pelo. Las miniatures resultantes son obras maestras delicadas, cada una un mundo en sí misma. Pocos artistas han capturado la gama, el detalle y el sentimiento humano que Magsino imprime a sus pinturas en miniatura.
El trabajo de Magsino se puede en contrar en colecciones de bellas artes de todo el mundo, incluyendo una exposición de 20 pinturas en el Favell Museum de Klamath Falls, Oregón.
Biografía realizada con datos facilitados por Manuel Barrero y obtenidos en Jones & Terwilliger Galleries.
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