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John William Frost fue un caricaturista que trabajó durante dieciocho años para la editorial Charlton Comics, dibujando principalmente páginas de humor y chistes en sus revistas. Después continuó su carrera dibujando humor gráfico en diversos diarios del área de Connecticut y Carolina del Norte. Nació en la ciudad de Evansville, hijo de Oscar y Jenny Edson Frost, su padre abandonó el hogar familiar, ya que justo antes de la guerra el censo indica que John vivía junto a sus hermanos mayores, su madre, su abuela y su bisabuela. Estudió en el Art Institute de Chicago y sirvió en las fuerzas armadas durante la Segunda Guerra Mundial. Se desconoce si sus estudios fueron antes o después de la guerra, aunque es muy posible que estudiara después, ya que el gobierno americano dio muchas facilidades a los veteranos para reinsertarse a la vida civil mediante las becas conocidas popularmente como G.I. Bill. A finales de los años cuarente o principios de los cincuenta se estableció en Nueva York, trabajando durante doce años para la agencia de publicidad Johnstone & Cushing. Ésta era una agencia especializada en anuncios hechos con tiras cómicas en las que trabajaron muchos dibujantes destacados y artistas comerciales de la época, como Milton Caniff, Albert Dorne, Lou Fine y Alex Kotsky. Se casó a finales de los años cuarenta con Virginia Smith, pero nunca tuvieron hijos. A mediados de los años cincuenta, dibujó además gags en diversas revistas “para hombres”, es decir con chistes picantes y chicas con poca ropa, como Nifty (Dearfield Publishing), TV Girls and Gags (Pocket Magazines), y los magacines más inocentes Stare y Groovy de Atlas, la compañía que se transformaría posteriormente en Marvel Comics, firmando como Frosty. Cuando se produjo el cierre de la agencia Johnstone & Cushing, en 1962, Frost consiguió un empleo en el departamento de producción de la editorial de cómics Charlton Publishing. El matrimonio se trasladó a vivir a Stratford, Connecticut, al lado de la central de Charlton en Derby. Permaneció en la editorial dieciocho años, dibujando infinidad de actividades, juegos, gags y todo aquello de lo que se encargaban los departamentos de producción, que era mucho, ya que los cómics se hacían exclusivamente a mano por aquella época. También dibujó páginas de chistes en las publicaciones de Charlton, algunas de ellas firmadas como John W. Frost, que aparecieron en las revistas de terror de finales de los años sesenta, como Ghost Manor o The Many Ghosts of Dr. Graves. Asimismo, escribió y dibujó algunas historias de complemento del personaje Spaceman X-13, que aparecieron esos años en varios números de las series Popeye, Ponytail, Blondie yAbbott & Costello, mostrando en clave de humor a un astronauta al que casi nada le salía bien. En 1976, Charlton atravesó por importantes dificultades financieras y la mayoría de sus títulos fueron cancelados. Las series que sobrevivieron se suspendieron durante el periodo de enero a agosto de 1977 y gran parte de los nuevos talentos emigraron a Marvel y DC Comics. También Frost lo intentó, pero tan solo consiguió rotular The Defenders vol.1 #45 para la editorial Marvel Comics, acreditado como John Frost. No pasó los estándares de la Casa de las Ideas y regresó al mundo del humor gráfico que tan bien conocía. Tras el cierre definitivo de Charlton en los años ochenta, probo suerte en las tiras de prensa sindicadas, creando la serie Lonely Lot, sobre las divertidas aventuras de un náufrago. El resto de su carrera lo pasó escribiendo y dibujando humor gráfico, muchas veces sobre política bajo el epígrafe “Frostbite”, para diversos periódicos de Connecticut y Carolina del Norte. Tras la muerte de su querida esposa Virginia en 2008, se retiró definitivamente. Falleció a los noventa años de edad en el hospital de Transilvania, Carolina del Norte, próximo a la localidad de Etowah donde residió los últimos años. Hubo otro ilustrador más antiguo llamado también John W. Frost, que realizó portadas de revistas desde finales del siglo XIX hasta comienzos del XX, con el que no guarda ninguna relación de parentesco que se sepa. John Frost fue tristemente olvidado por el tiempo, como tantos otros dibujantes cuyo talento fue eclipsado por el de otros mejores que ellos. Una parte de su trabajo de los últimos años fue donado por el propio autor a la Billy Ireland Cartoon Library & Museum de la Universidad Estatal de Ohio. Biografía realizada con datos obtenidos en The Who's Who of American Comic Books, Grand Comics Database y Moody-Connolly Funeral Home and Crematory. |