Nombre real: Galan
Alias: Galactus
Especie: Entidad cósmica (anteriormente Taa-an)
Lugar de nacimiento: Planeta Taa, universo anterior al actual
Primera aparición: Fantastic Four vol.1 nº 48 (marzo de 1966)
Poderes / Habilidades:
Galactus posee el Poder Cósmico en su forma más pura, con habilidades ilimitadas de manipulación de energía, materia, tiempo y espacio. Puede crear y destruir vida, absorber la energía vital de planetas enteros, cambiar su tamaño y densidad, y conferir poderes cósmicos a otros seres, como hizo con Estela Plateada. Su conocimiento y percepción trascienden el tiempo, y su nivel de poder lo sitúa entre las fuerzas primordiales del multiverso.
Biografía:
Galan fue un brillante científico del planeta Taa, en el universo anterior al nuestro. Mientras ese cosmos se acercaba a su fin debido a la entropía, Galan propuso enfrentar el cataclismo junto a una nave tripulada hacia el núcleo del colapso universal. Todos los tripulantes murieron, excepto Galan, quien fue absorbido por la singularidad y fusionado con la Consciencia del Universo. De este acto renació como Galactus, en el nacimiento del nuevo universo.
Galactus emergió como una entidad cósmica cuya función es mantener el equilibrio del cosmos mediante el consumo de planetas. Aunque su hambre ha sido visto como destructivo, también se ha interpretado como necesario para evitar el desbordamiento de la entropía. Su papel es tan inevitable como trágico, y ha sido tanto enemigo como aliado de héroes como los Cuatro Fantásticos, Thor y Estela Plateada.
Ha creado varios heraldos para buscarle mundos con energía vital, siendo el más notable Norrin Radd, el Estela Plateada. En distintas ocasiones ha enfrentado a otras entidades cósmicas como Eternidad, Muerte, el Tribunal Viviente, Abraxas, y Franklin Richards. A pesar de su poder incalculable, Galactus ha sido debilitado o incluso destruido temporalmente por fuerzas combinadas de varios seres cósmicos o por estados de inanición prolongados.
Durante eventos como "Infinity Gauntlet" o "Secret Wars", su presencia ha sido determinante como símbolo de autoridad cósmica. En algunas realidades alternativas ha sido asesinado, reemplazado o transformado en una fuerza del bien, lo que demuestra que incluso su destino no es inmutable. En la línea principal, Reed Richards llegó a vislumbrar una posible redención del Devorador de Mundos convirtiéndolo en un agente de vida en lugar de muerte.
En tiempos recientes, Galactus ha sido abordado con mayor complejidad filosófica, siendo visto como un reflejo del ciclo natural del universo: nacimiento, destrucción, renacimiento. Para algunos observadores cósmicos como Uatu el Vigilante, Galactus no debe ser juzgado como un ser maligno, sino como una necesidad cósmica más allá del bien y del mal.
La existencia de Galactus encarna la transición entre un universo que muere y otro que nace. Él no es simplemente un villano, sino una fuerza fundamental que simboliza la renovación a través de la destrucción. Su figura continúa desafiando la comprensión humana y representando una de las entidades más enigmáticas y poderosas del multiverso Marvel.
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