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Nací el 28 de julio de 1964 en Sabadell (Barcelona). Los cómics fueron una de mis lecturas habituales desde mi más tierna infancia. Sin embargo, nada de lo leído hasta 1973 se pudo comparar a mi primer cómic Marvel: Namor Vol.1 #29, publicado por Ediciones Vértice. Esa lectura lo cambió todo. Desde entonces fui un seguidor incansable de los personajes de La Casa de las Ideas, especialmente de la Patrulla-X, tanto la original como la nueva. Esta afición haría que años más tarde me convirtiese en un coleccionista de Marvel, comenzando por Vértice (especialmente el Volumen 1) y continuando con las propias ediciones USA y diverso material relacionado con los personajes de la Casa de las Ideas.
A mediados de los ochenta participé en dos fanzines. El primero fue El Clan Marvel (entre 1984 y 1986). Posteriormente cofundé El Plot, aparecido en 1988. Este último trabajo me permitió comenzar a colaborar para Planeta DeAgostini durante el verano de ese mismo año. Mi primer trabajo profesional fue el artículo del Alto Evolucionador (Alto Evolucionario para mí) aparecido en La Patrulla-X Especial Invierno 1988, publicado en noviembre de 1988.
En los siguientes meses (y años) escribí Correos de Lectores (comenzando por el aparecido en la colección What If) y secciones de todo tipo (comenzando por los "Trivial Marvel", incluidos en los Marvel Two-In-One), además de responder el teléfono de la "Línea Directa" (entre 1990 y 1992). Asimismo, me ocupé de realizar asesoramientos editoriales de todo tipo. El primero consistió en sugerir contenidos para los Especiales Primavera de 1989. Esto último acabaría evolucionando hasta el punto de encargarme de pequeños trabajos como editor freelance o autónomo. Esta evolución quedó bien reflejada en la Biblioteca Marvel de la Línea Excelsior. Inicialmente comenzé escribiendo el Correo de los Lectores de cada una de las tres colecciones iniciales, además del texto de Contra y alguna que otra introducción. Desde el principio también me encargué de completar los tomos (cuando no se llegaba a las 160 páginas), seleccionando ilustraciones y otros contenidos. Este tipo de colaboración evolucionó con los años, hasta convertirme en Editor de la Línea Excelsior a partir del verano de 2003, aunque antes ya me había encargado de la planificación del Coleccionable de Los 4 Fantásticos de John Byrne, un proyecto donde puse en práctica algunas soluciones (con respecto a la continuidad de las historias) que fueron tan rupturistas como eficaces. No obstante, es difícil confirmar todo lo apuntado, porque no existe constancia de ello. Es así porque jamás se indicó en ninguna parte. Por tanto, resulta evidente que trabajaba como “Editor oficioso autónomo”.
En aquellos años de mi etapa en Planeta DeAgostini también me encargué de proyectos de muy distinta índole, aunque los más recordados (por lo que me dicen) fueron: el Marvel Supertrivial (una iniciativa que me deparó más problemas que otra cosa) y la entrevista con John Byrne de 1991, un sueño hecho realidad (expresión que pocas veces ha sido utilizada con mayor propiedad).
En el verano de 2004, la situación empresarial cambió a todos los niveles. Fueron meses en los que Panini se estaba preparando para comenzar a publicar los cómics Marvel a partir de enero de 2005. En este nuevo proyecto se contó con algunos de los colaboradores de Planeta DeAgostini; entre ellos, un servidor.
En los quince años transcurridos desde aquel verano (tan intenso como desagradablemente caluroso) he realizado distintas colaboraciones, aunque mi trayectoria en Panini ha quedado marcada por tres periodos concretos. El primero (2004-2008) se centró en la Biblioteca Marvel, donde llegué a encargarme del cien por cien de los textos interiores, además de continuar como “Editor autónomo oficioso” (sobre todo en los primeros años). De esta época también guardo un gran recuerdo de mi trabajo en el portafolio Marvel Héroes de Rafael López Espí, del que no puedo por menos que destacar la extensa entrevista con su autor. Otro sueño hecho realidad.
El segundo período (2008-2009) fue una temporada de transición en la que me centré en escribir introducciones de tomos de material contemporáneo y también del primer formato de Marvel Gold (que no tuvo éxito). De esta época tengo presente mi implicación en muchos de los cómics del crossover de Civil War. Recuerdo especialmente los textos que escribí para la miniserie central y también los artículos donde comentaba todo lo relacionado con la muerte y renacimiento del Capitán América. De hecho, casi todos los tomos del Centinela de la Libertad, aparecidos durante algunos años, tenían una introducción escrita por un servidor. Lo cual consideré todo un privilegio.
El tercer período (2009-2020) ha estado marcado por mi colaboración en la (nueva) Línea Marvel Gold, cuyo punto de partida fue el tomo de La Guerra Kree-Skrull en tapa blanda (y verde). Este nuevo lanzamiento de los clásicos de Marvel fue un éxito (bastante inesperado) y se consolidó definitivamente con la aparición de los tomos en tapa dura, conocidos oficiosamente como los Omnigold. Sí señor, mi carrera siempre ha tenido muchas facetas oficiosas.
En lo que respecta a mi nivel de implicación editorial, bien se podría decir que en el transcurso de estos últimos quince años he seguido el camino inverso al que realicé durante mis diecisiete años en Planeta DeAgostini. Esto significa que paulatinamente he dejado atrás todo lo relacionado con las “asesorías editoriales de carácter oficioso”. De forma paralela he vuelto a profundizar en mi faceta de investigador, realizando trabajos como la sección “Marvel en España” o los Epílogos de los Omnigold, aunque hoy en día ya no experimento la pesadilla que suponía el proceso de ilustrarlos.
En definitiva, durante casi treinta y dos años he escrito artículos varios, introducciones de casi todas las extensiones posibles, Correos de Lectores y secciones de muy distinta naturaleza, además de realizar asesoramientos, tanto escritos como verbales. Y todo ello casi siempre de Marvel (cómo no), la editorial donde se han publicado los cómics y personajes que siempre me han encantado. Es decir, han sido más de tres décadas en las que casi siempre he escrito sobre aquellos personajes y cómics que realmente me gustan, una circunstancia que en mi gremio es mucho menos habitual de lo que pueda parecer a primera vista. ¿Cómo podía imaginar en 1989 que acabaría escribiendo para las tres siguientes ediciones españolas de la saga del Imperio Secreto del Capitán América? ¿O cómo vislumbrar que me encargaría de muchas de las reediciones de la Patrulla-X original, además de varios proyectos relacionados que este mítico quinteto?
Por tanto, no puede extrañar que ahora mismo, en 2020, observe con tranquilidad como mi carrera profesional en el mundo del cómic se encuentra inmersa en un cómodo fundido en negro. Mi futuro no puede ser más prometedor y, sobre todo, no puede estar más repleto de tranquilidad y placidez. Cada vez me encuentro más cómodo en el mundo del cómic.
Raimon Fonseca, 21 de junio de 2020.
Autobiografía facilitada por el autor.
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