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James “Jamie” Delson es un crítico de cine, columnista y guionista neoyorquino que ha dedicado 20 años a esa profesión antes de abandonarlo todo para crear una empresa de soldaditos de juguete. Delson era un enamorado del cine desde muy temprana edad, tras la experiencia de la escuela secundaria The Fieldston School, donde era considerado un bicho raro por sus compañeros no fanáticos del cine, encontró espíritus afines en los pasillos de la escuela de cine de la Universidad de Nueva York. Al estudiar bajo la guía de Martin Scorsese, William K. Everson y George Bouwman, encaminó sus esfuerzos hacia la escritura de guiones y el estudio de la historia del cine y la crítica, que comenzó a proporcionarle créditos profesionales mucho antes de graduarse en 1971. Idolatrando a Jean Luc Godard, Stanley Kubrick, Sam Peckinpah, Howard Hawks y Billy Wilder, paso muchos días viendo películas en proyecciones privadas en el Museo de Arte Moderno. Trabajó como crítico de cine y televisión freelance para las revistas Omni, Psychology Today, Fantastic Films, The New York Times Syndicate, Film Comment y muchas otras. También trabajó para las emisoras de radio WFUV-FM y WNYC-FM. Reunió una extensa biblioteca privada de materiales de investigación cinematográfica, con más de 2 millones de recortes que utilizó para preparar 600 entrevistas en profundidad con muchos de los cineastas más importantes de las últimas cuatro décadas. Delson se convirtió en el primer crítico de juegos de ordenador del país en 1983, y sus reseñas aparecieron en la revista Family Computing de Scholastic. Escribió guiones originales y adaptados, aunque ninguno de ellos se produjo, para productoras de Hollywood. En el año 1977 escribe para la editorial de cómics Marvel la reseña de 3 páginas titulada “Conan of the Silver Screen A Super Special Report”, sobre la futura película de Conan, que apareció en la revista Marvel Super Special vol.1 #2. Es su única acreditación en un cómic en toda su vida. Pero su gran pasión eran los soldaditos de juguete; los ha coleccionado, pintado y jugado con ellos desde que su padre le regaló su primer set en 1952, cuando tenía 4 años. Esos tipos bellamente esculpidos y magníficamente pintados le engancharon de por vida. Incluso durante sus 20 años de profesión como crítico de cine, gastaba gran parte de su tiempo y todo su dinero sobrante en soldados de juguete. En 1984, crea junto con su mujer Jenny la empresa The Toy Soldier Company y en 1988 abandona su actividad como crítico para dedicarse plenamente a ser juguetero. Donó su colección de referencias al Museo de Arte Moderno, que la incorporó a su Centro de Estudios de Cine. Desde entonces, trabaja arduamente para brindar a sus clientes las mejores figuras y accesorios de plástico y metal de más de 180 ejércitos diferentes, a través de un catálogo mensual y un sitio web. Almacenan unos 2 millones de figuras. En Navidad y en su cumpleaños no quiere suéteres, gemelos ni corbatas. Todavía quiere más soldados para su colección. Biografía realizada con datos obtenidos en The Toy Soldier Company Blog, Grand Comics Database, liherald.com y la cuenta de LinkedIn del autor. Fotografía obtenida en The Toy Soldier Company Blog. |