Natacha Bustos es una joven dibujante ibicenca, que actualmente vive en Barcelona. la cual lucha por hacerse hueco en el cómic, un sector que, aunque vive uno de sus momentos más boyantes, no es fácil. Pese a que su trabajo no es muy extenso, ya es un nombre a tener muy en cuenta.
Su salto lo dio en el 2012 como ilustradora de la novela gráfica Chernóbil. Posteriormente publicó La Zona, editada por Glenat, junto con Francisco Sánchez en el guión, y que ya ha sido traducida a diversos idiomas.
En 2015 debuta en Marvel, trabajando en la serie regular Spider-Woman Vol. 5. Ese mismo año, inició Devil Dinosaur and Moon Girl, la que supondría su primera experiencia con una serie mensual, donde se narran las aventuras de un T-Rex rojo y una niña afroamericana, un título que mezcla la moda de los dinosaurios con la diversidad racial. “Este año puede ser la primera vez que diga que vivo del tebeo. Hasta ahora he sido mercenaria”, afirmaba Natacha en una entrevista.
Recientemente también ha publicado una historia de la antología de Vertigo Strange Sports Stories y la antología El diablo aburrido, publicada el 31 Salón del Cómic de Barcelona. Otros trabajos suyos en el mercado del cómic europeo incluyen Lolita HR, Soul Seekers, Nuevas Hazañas Bélicas, Todas putas y Putokrio, además del webcómic Caniculadas.
Natural de la isla balear, aunque con un acento malagueño que delata su infancia en Torremolinos, Bustos, de madre afrobrasileña y padre chileno, no tiene un estilo claramente superheroico, sino heredado del manga. La autora se define a sí misma: “Mi origen es diverso, como gusta allí”.
Biografía publicada originalmente en 100% Marvel: Spiderwoman vol.1 #2, ampliada con datos obtenidos en entrevistas publicadas en diversos medios.
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